Dicen que las mujeres somos complicadas… quizás quieren decir previsoras, inteligentes, coquetas…todo vale para excusar a una mujer cuando hace una maleta.
Sólo pensar en hacer el equipaje suena – para la mayoría de la gente- a rollo, pérdida de tiempo y semi pesadilla.
Para las procrastinadoras puede incluso restar horas de sueño justo la noche antes de viajar…te suena lo de last minute ?
Veamos unos consejitos para hacer una buena maleta y no morir en el intento.
1. Medio de transporte
Está claro que no es lo mismo ir al destino elegido en bici, moto, coche, tren o avión. Tu equipaje variará según tamaño: mochila, maleta de mano o maletón.
Sé que querrás meter de todo, pero piensa en tu comodidad de puerta a puerta.
2. Duración de la estancia
A veces prevemos lo mismo para unas vacaciones de un fin de semana que para 15 días. ¿Cómo es posible?
Muy sencillo, cuando estás dos o tres días de vacaciones, no piensas repetir modelito, pero si vas quince, quizás no te queda otra.
Intenta calcular las prendas y complementos estrictamente necesarios para cada momento de la jornada.
De este modo lograrás incluir prendas que puedes utilizar durante una estancia mayor.
Aunque tengas que repetir alguna, has de lograr hacer combinaciones distintas entre ellas.
3. Destino
Obviamente, clave.
No es lo mismo el modelito desierto que el del Polo Norte o la playa de Altea, que armarse de prendas para tapar piernas y cabeza en el Sahara, que enfundarse un neopreno y su capucha, que vestirse con un bikini y unas chanclas.
Eso sí, siempre recomiendo meter este último kit (bikini y chanclas) en la maleta, que valen tanto para playa como si aparece en tu camino una piscina o un spa.
Recomendable para cualquier temporada.
4. Clima
A clima más cálido, más gusto da hacer la maleta.
Metes y metes vestiditos como para medio año y aún dispones de sitio para unos zapatos de plataformas que se comen media maleta.
Pero…. y en invierno, o con lluvia…ahí sí que hay que economizar el espacio y aplicar estrategias a lo Marie Kondo.
5. Planes
Si te haces un lío a la hora de pensar en los posibles planes, escríbelos en un papel por días y así verás claro qué has de meter para cada ocasión.
Ten en cuenta que es posible que tengas o surjan planes muy distintos unos de otros : playa, paseo, fiesta, noche romántica, deporte, ir de compras, de turismo urbano, etc…
6. Bolsa de aseo
Este artilugio bien merece un apartado aparte.
¿Te ha ocurrido que la bolsa de aseo puede llegar a ocupar ella solita media maleta ?
Un truco infalible es utilizar por fin las muestras que has recibido en la perfumería o en las revistas que seguro vas guardando y hasta se te olvida que las tienes…
Muy práctico: llegas con ellas a destino, las consumes y evitas volver a tu casa con los botes medio llenos que solo ocupan espacio en tu bolsa.
El resto de productos mételos en botecitos con la cantidad que vayas a utilizar.
7. Super trucos
Utiliza tu cama como lienzo para colocar la ropa sobre ella y ver claras las combinaciones por días.
Elige prendas que combinen entre sí por color, de día y de noche. También utilizables con frío y con calor.
Trabaja la estrategia para combinar una base de complementos, bolsos y zapatos con diferentes opciones de vestuario.
Minimiza los “por si acaso”. Te atacarán continuamente en tu composición de equipaje.
Te aconsejo rellenar los huequitos que siempre sobran por las esquinas de la maleta o mochila con calcetines, medias y ropa interior.
Lleva 2 bolsas vacías, nunca sabes si necesitarás meter alguna prenda mojada o zapatos especialmente sucios.
Nunca llenar la maleta hasta el punto de tener que sentarte encima para poder cerrarla, ¿te dice algo ;-)? Por favor, deja un huequito por si te das un capricho.
Rellena los zapatos con cargadores, calcetines y perfumes.
Lleva ropa versátil, que pueda servir para ocasiones diferentes. Por ejemplo, un vestido playero con chanclas puede valerte como vestido de noche con un taconcito y unos complementos ad-hoc.
Un vestido ligero puede servir para días calurosos o más frescos reforzándolo con medias, botas y un abriguito en caso de frío.
¿Qué meterías en tu maleta para venir a Altea?
Pasar unos días en Altea significa disfrutar de la playa, del sol, de su luz brillante.
Dar un paseo diurno al lado del mar.
Practicar deportes acuáticos, bicicleta o subir a la montaña.
Ponerte guapa para salir a cenar a uno de los maravillosos restaurantes que tiene tanto en la parte baja del pueblo al lado del mar, como en el casco antiguo o en las afueras.
Ir de compras por esas tiendas tan especiales y únicas repletas de artesanía y ropita diferente.
Pasear por sus calles encantadas.
Descansar.
Sentirte bien.
Disfrutar de MOoNA.